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>El PSOE ha abaratado el despido. ¿Eso es socialismo?
>Ideas para cambiar la vida, nuestra vida, para mejorar la vida que tenemos que vivir
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>No a la tortura animal que se convierte en un gran negocio. No a las corridas de toros como están ahora en España.
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Mañana miércoles en el Parlament de Cataluña se decide si se prohíben las corridas de toros en Cataluña o si se dejan tal y como hasta ahora. Complicada decisión a la que tanto el PSOE como CIU han dado libertad de voto a sus diputados y con un resultado incierto.
>Las nuevas televisiones con la TDT no son mejores
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>Consejos de cómo pedirles protección y ayuda a los santos y vírgenes, para tener éxito
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>Ser pasivo está de moda. Nos han convencido para no ser nada.
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>El precio de la vivienda en España es la enfermedad de nuestra economía
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>La manipulación económica. Nos quieren seguir engañando con el precio de la vivienda
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>India presenta un portátil de 27 euros de coste
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>Aragón necesita despertar para que Madrid sepa que existimos
>El trato de Fomento hacia Aragón en los últimos años es inadmisible. El último acto de este teatro dramático se dio ayer con los recortes del 12% de las obras totales que se suprimen en España, cuando Aragón representa el 5% de todas las cuentas públicas.
Pero si malo es que desde Madrid se nos vuelva a ningunear, peor lo es que nuestro Presidente Marcelino Iglesias no haga ni diga nada a Madrid con la rasmia que se necesita en estos momentos. Ni una simple reunión de urgencia del Gobierno de Aragón para buscar ideas que aminoren esta barbaridad. NI una salida institucional para explicar lo que piensa de estos tratos de Madrid. Ni una explicación pedagógica para hacernos entender que no nos tiene manía sino que simplemente somos buena gente y no gritamos.
El Gobierno de Aragón está acabado desde hace más de un año, sin brisa que le mueva, sin líderes capaces, sin políticos con futuro. Ni Rudi del PP dio la cara aunque fuera para criticar al PSOE. Aragón va mal y casi siempre es por culpa de aragoneses que sueñan con Madrid, que se creen flores de temporada en un territorio al que no aprecian y del que quieren emigrar. Jugar con Aragón sale rentable, pero las historias son lentas y se escriben despacio. Somos un territorio que necesita despertar y llevamos así tres décadas. Pero si quisiera despertaría; la gran ventaja es que depende de sí mismo y de sus aragoneses, cada vez menos concienciados de que nos toman el pelo, eso es cierto, pero que a fuerza de vapulear es posible que algún día despierten. O se vayan.
>La independencia de Kosovo fue legal
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>Las malas practicas de una economía keynesiana.
>Muchos de los que critican el argumento keynesiano a favor del gasto público lo hacen porque, según un esquema simplista del comportamiento de la economía, daría igual gastar dinero en construir guarderías públicas, viviendas, un centro de investigación celular o simplemente tener un montón de gente cavando un hoyo para luego taparlo.
Claro que hay una diferencia clara, como la hay en cualquier tipo de esfuerzo dinerario inicial o de corto plazo, y es que hay casos en los que lo que se construye reporta después un beneficio capaz de pagar (o devolver) el dinero inicialmente empleado, y hay casos en los que no, quedando un agujero bastante abultado.
Esto hay que tenerlo claro.
Las políticas de izquierdas se basan en la ayuda del estado al más perjudicado, y por tanto las políticas keynesianas son útiles. Se emplea dinero en potenciar aquellos sectores que, de no ser por la ayuda, caerían aun más, como puede ser el sector de la construcción o, más directamente el empleo.
El problema radica en que hemos basado todas nuestras ayudas en obras públicas, en el sector de la construcción (publica). La productividad es tan baja en el largo plazo que en realidad es casi como cavar un hoyo y volverlo a rellenar. En el proceso todo queda más bonito y se sustentan unos cuantos miles de empleo, pero claro, cuando uno va a hacer cuentas debe ser consciente de esto, porque sino podemos perder más dinero en el camino del que querríamos.
En este caso, el gobierno ha tenido que echarse atrás en numerosas obras públicas, como si de números o simples palabras se tratase. Proyectos de quita y pon. Y no importa las disculpas que se quieran dar, o el intento de comprender que hay que dar la vuelta a la tortilla porque no es eso lo que se discute, sino el hecho de no haber hecho un replanteamiento más sincero y organizado en un principio.
Por que las políticas keynesianas de manual son eso, políticas escritas en un manual. Son los economistas (y por ende los políticos) los que tienen que gestionar con mayor o menor acierto las posibilidades. En vez de eso lo primero que se hizo fue dar un montón de dinero a los bancos y un montón de dinero a los ayuntamientos. Comenzar un montón de obras públicas que ahora se paran, que costará relanzar.
La mala imagen que se da es clara. Si las obras eran importantes, ¿Por qué se paran? Si no lo eran, ¿Por qué se hacían?
Pues la única manera de hacer algo rentable es que de sus frutos, y sino cualquier cosa positiva que hayamos conseguido hasta ahora con estas obras se pierde con la necesidad de hacer ajustes monumentales. No se puede querer cambiar la estructura productiva, de la construcción al I+D, si tu mismo promueves la construcción sin mesura y bloqueas el I+D. Porque el gasto necesario es el mismo. Los empleos que se consiguen también son tangibles, y la productividad es mayor. ¿Cuál es el problema entonces? La política es política es política. Nadie quiere hacer en el corto plazo un proceso que se “vea” en el futuro. Los políticos necesitan vender. Y lo que más vende, donde más parece que se hace algo, es con las aceras levantadas y un cartel que ponga “Gobierno de España”.
Por eso la necesidad de una cierta autonomía en las comunidades autónomas es vital para el buen funcionamiento del sistema. Una cierto grado de independencia que potencia las ayudas necesarias para cada región y para cada necesidad, que miren verdaderamente por los problemas y soluciones que existen en las manos de los que sufren y deben mejorar.