Se quejaba amargamente un matrimonio pillado en Nueva York por la tormenta tropical “Irene”, de que el consulado de España en NY se había desatendido de ellos y que tenían que pagar de su bolsillo la semana de más que tenia que estar retenida en Nueva York, por culpa del tifón, hasta que los vuelos se restablezcan definitivamente.
Equivocamos lo que son los poderes públicos o las oficinas públicas de ayuda. Vamos, que parecemos imbéciles a poco que se nos rasque. Pagar esa semana “de más” por parte del consulado es tener que pagarlo yo. Yo y tú. Todos nosotros.
Un accidente es algo personal, incluso una tragedia en un país al que acudimos por vacaciones es un accidente, al que hay que ayudar legalmente, incluso con acogimiento si la situación es dramática, pero nunca subvencionando los gastos personales que se produzcan por ampliación del periodo vacacional. Ya vale de pensar que el Estado nos va a salvar de todos los problemas y a su vez, es un ente al que no debemos pagarle impuestos. Es incompatible lo uno con lo otro.