La infancia y la pobreza en la España del 2014

El documento sobre “La infancia y la pobreza en España 2014” subtitulado: “El valor social de los niños. Hacia un Pacto de Estado por la Infancia” y realizado para Unicef por investigadores y profesores privados, es tremendo en sus conclusiones. Nos señala a España como el segundo país de la Unión Europea UE más incapaz para reducir la pobreza infantil, solo por delante de Grecia; y nos apunta como el país de la UE que menos ayuda a las familias a tener hijos.

Además coloca a España en el paquete de Rumanía, Bulgaria, Grecia e Italia por las realidades sociales del tratamiento de la infancia y la pobreza.Mientras que en Europa la media del PIB que se destina en ayuda a las familias con hijos es del 1,4%, en España es del 0,5%. Si añadimos que nuestro PIB es mucho más bajo que el de otros países de la UE, veremos que las diferencias son inmensas.

Solo hay seis países en la UE que no ayudan directamente a las familias con hijos y efectivamente España está entre uno de estos seis países.

La población española envejece y no parecemos darle importancia a este factor y si mucha incapacidad para resolverlo. Por quinto año consecutivo ha bajado el número de nacimientos en España, un descenso que desde el año 2008 supera un 18% de descenso en número de hijos por año nacidos en España. En el año 2008 nacieron 520.000 niños y en el año 2013 lo hicieron 425.000 niños.

Si el número medio de niños por mujer en España es en estos momentos de 1,26 hijos por pareja, vemos que el recambio generacional es un inmenso problema a medio plazo en la España actual. Además de hacernos viejos es que no nacen nuevos españoles que ocupen la España de dentro de dos o tres décadas. Nos quejamos como sociedad de la inmigración, pero nos podemos convertir en un enorme desierto con muy pocas localidades irregularmente repartidas en un enorme espacio geográfico.

La edad media a la que una mujer tiene su primer hijo es en la actualidad de 32,2 años. Pero seguimos inmersos en la apatía social para pensar en el medio plazo. Sniff.