No pienses nunca en los beneficios empresariales rápidos; estos o ya están acabados o están pillados por otros avariciosos. Ahora es el tiempo de los beneficios a media y largo plazo. Piensa en tu proyecto como una manera de crearte un puesto de trabajo y edificar con tus ideas y proyectos un proyecto empresarial a medio plazo.
Perder es parte de la acción de emprender, de apostar por una idea. Pero perder no es hundirse, no es sinónimo de abandonar. Tras perder hay que levantarse y volver a poner en marcha más proyectos. Tras perder, se aprende mucho.
No pienses ya, nunca más, en un puesto laboral fijo. Para eso están los funcionarios antiguos. Ahora hay que apostar por tu carrera profesional, por tus ideas, por tus proyectos. Puedes cambiar de línea, de proyecto, de idea. Puedes ampliar tus conocimientos con carreras o estudios similares pero también radicalmente diferentes. Es perfecto un psicólogo que además sea economista. Un ingeniero que además sea sociólogo. Un profesor de matemáticas que además ser investigador médico.
Aprende a hablar en público, a condensar tus ideas en dos minutos de discurso, en 20 líneas de texto. Aprende a desenvolverte entre la gente, a saber vender tus proyectos en público, en voz alta.
Vender es algo complicado. Mucho más complejo de lo que nos imaginamos. Es importante saber vender o contar con alguien que sepa vender un producto, una idea. En tu equipo, tan importante es saber realizar, como saber vender.
Lleva control de todos los email que recibes, apunta el nombre y la manera de contactar de sus responsables y su línea de actividad. Responde, interactúa, solicita ayuda, déjate ver y oír.
Vas a tener que abrirte, tendrás que regalar y repartir para recibir a cambio. Si montas una empresa y crees en ella, recuerda que puedes regalar parte de la misma para obtener ayudas y financiación. Si crees en algo, se nota que crees fervientemente en tu idea y además regalas una parte, el valor de lo regalado en mucho mayor.
No esperes las subvenciones de turno. Debes arriesgar tú mismo. Si tu no crees en tu empresa es imposible que otros crean en ella. Apuesta por tus proyectos con dinero, con tiempo, con energía. Y luego no olvides que es posible que incluso alguien te puede ayudar, que existen las subvenciones. Pero siemrpe al final del recorrido del proyecto.
En España somos muchos los que creemos en la empresa, en lo válido del valor de emprender, pero estamos muy divididos. Únete a colegas, a ideas parecidas, a proyectos similares. La unión hace la fuerza, aunque sea muy complejo engranar con otras personas.
No sean más listo que nadie ni más tonto que los demás. Escucha, apunta, guarda, reflexiona, repasa, contesta, influye, aprende, aprende, aprende.
Sé ambicioso y también entregado, reparte beneficios y aprenderás a recogerlos. Si siembras recogerás frutas a medio plazo. Olvídate de cobrar al contado por tus ideas, pero aprende a elegir a tus contertulios, para que nada sea gratis y exista posibilidad de intercambiar proyectos.
Existe la suerte. Pero sobre todo el trabajo duro, la preparación constante, la ambición básica pero también el reparto de papeles y el trabajo en equipo. Es más fácil triunfar si se quiere triunfar y se trabaja en una meta clara y constante. Vendrán problemas, es lo lógico. Así todo valdrá en tu interior más, todo será más gratificante cuando se triunfe.
Asesora si te lo piden y déjate asesorar. Escucha y aprende a aprender. Son muchas las posibilidades de tomar consejos sin que te los den. Hay que pillarlos y guardarlos muy bien en tu interior. Si tienes dudas, apúntatelos, nunca sabrás cuando los vas a necesitar.
Hay que aprender a venderse, a crear tu propia marca personal. No te preocupes por cambiar de carrera, de trabajo, de actividad. Se te juzgará por tus resultados. Hay que hacer mucha vida social de todo tipo, para que se te conozca y se te valore.
En EEUU se valora a los profesionales españoles, no tanto a las empresas. Hay que innovar en todo y copiar solo aquello que entiendas de verdad, en el fondo. Las formas si no van acompañadas de las ideas de fondo, no sirven para casi nada.
Hay que estar muy preparado, y constantemente aprendiendo. Los idiomas no son ya un activo, simplemente son algo imprescindible como comer o vestirte todos los días.
Vas a necesitar buenas ideas, buenos productos que vender, una excelente preparación y además algo diferente a la de tu competencia. Hay que especializarse en algo único. Tan importante es ser el mejor de algo como ser el único de algo.