La actual situación de los periódicos diarios en España es grave, no hay duda en el diagnóstico. Tal vez sí en el tratamiento necesario, por lo que cualquier error en las medidas que se tomen pueden agravar más todavía el resultado final de este problema.
El periódico El País ha optado por subir el precio de su diario en 10 céntimos durante los días laborables, una cantidad que parece baja pero que indica un camino de complicado análisis que pueden seguir otras cabeceras en breves semanas. Tan cierto es que llevaba El País dos años sin subir el precio de cabecera como que en estos tiempos de crisis la mayoría de trabajadores en España han perdido poder adquisitivo. Tan verdad es que la bajada en ingresos de publicidad en todos los periódicos es tremenda, como lo es la bajada del número de ejemplares en venta y que la situación desborda toda solución sencilla.
En este enero de 2012 —comparado con enero 2012— El País ha perdido según comentan hasta un 26% de venta de ejemplares diarios. La decisión de subir el precio de venta en 10 céntimos supondrá unos 426.000 euros de ingresos mensuales adicionales. Si se venden unos 185.000 ejemplares al día, a poco que algunos consumidores decidan no comprar al nuevo precio, pueden salir unas tortas en vez de unas galletas.
Por cada periódico que se vende, casi un 20% de media del precio de venta —entre un 18% y un 20%— es para el dueño del kiosco. En realidad pues, esta subida no le suponen a El País 10 céntimos por ejemplar sino 8 céntimos. Y el riesgo en estos momentos de crisis es importante.
La influencia de internet es cada vez más amplia entre los consumidores de información, pero sobre todo la escasa credibilidad de todo lo que supone el sistema social público, está en aumento, y por ella la genta cada vez cree menos en las noticias, en la información e incuso en la opinión de muchas firmas que le son reconocidas y respetadas.
Deben las empresas intentar algunas medidas urgentes y distintas. Los ejemplos de otras cabeceras que lo están pasando muy mal o han tenido que cerrar nos enseñan el camino del futuro si no se actúa, si entre todos nos equivocamos en las soluciones. Problema que afecta a periodistas, a kiosqueros, a la sociedad en general.
Hay que buscar sinergias entre marcas, llenar de más opinión y contenidos diferentes los periódicos en papel mezclando e interactuando con internet como en un “todo”, intentar ganar beneficio a través de internet aunque sea a precios más ajustados de las subscripciones, convencerse que sin clientes nada de lo que se intente sirve para nada. Los que dan vida y beneficios a los periódicos son sus clientes; si les afectan los cambios de forma negativa y huyen todavía más nos estaremos escapando de las soluciones.
¡Se debe vivir mejor! 