España necesita con urgencia crear tres millones de empleos

Que el desempleo es el principal problema de España lo venimos avisando en este blog (y en centenares de lugares más) desde hace años. Ahora empiezan a señalarlo desde Alemania y tal vez así nos demos cuenta de su importancia. Curiosamente aunque pensemos que todos sabemos que es un problema importante, lo que se necesita es que gritemos que es “EL MÁS importante”, casi el único que debemos intentar resolver.

Con un desempleo de (al menos) tres millones de personas menos, España no necesitaría rescates, ni subir el IVA, ni temblar ante su futuro. Pero hemos perdido esos tres millones de empleos y mucho tiempo sin saber qué hacer. Y recuperar esos tres millones de puestos de trabajo es el mismo trabajo que asumir que los hemos perdido en estos cinco años. No es un milagro lo que necesitamos, es simplemente volver a donde estábamos en empleo, en el año 2007.

Barómetro electoral verano 2012 con pocos cambios importantes

Ayer El País publicaba la intención de voto en España, el sondeo Metroscopia con el barómetro político del verano, aunque no me cuadran mucho algunos de sus datos, pero resulta interesante analizar para ver qué sacamos de estos datos. No me cuadra pues la suma de los cuatro partidos “grandes” es de un 76,9% de los votos, mientras que en las elecciones ultimas los cuatro sumaron un 83,4%. No se trata de más o menos abstención, aquí no cuenta pues hablamos de división del 100% del voto, y se trata de un 6,5% de votos que están en el limbo. Bastantes según donde pudieran caer. Veamos algunos brochazos.

 No sorprende la bajada del PP tras su escasa capacidad para comunicar y para trasmitir confianza. Y sus nulos resultados en los datos económicos que afectan a las personas. Bajar del 44,6% al 30% en 8 meses es de premio al error persistente.

 Sorprende más que el PSOE no haya sido capaz de llevarse ni las migajas de los errores del PP. Puede estar tranquilo el PP, con estos mimbres no pierde las elecciones aunque sigan subiendo los desempleados hasta no poder contarlos.

España se dirige hacia una crisis institucional y social grave

En España vamos camino de que la actual crisis económica, política y social se convierta en una crisis institucional dentro de una España huérfana de políticos de primer nivel, incapaces para liderar la sociedad actual. El silencio (responsable o no) parece la decisión tomada en excesivos casos, cuando no la inoperancia en sus ideas.

A los policías o bomberos en la manifestaciones se han unido declaraciones de asociaciones de militares, manifestaciones junto a las sedes de partidos políticos, uso de la Monarquía de forma boba, engaños en la declaraciones públicas del gobierno, dificultades para tranquilizar y reordenar la cúpula judicial, peticiones cada vez más intensas para recortar todo lo que es política tanto en puestos de representatividad como en la organización del Estado.

Solo faltaría que nos creciera una enfermedad más, de esas que suelen surgir cuando las sociedades están muy cabreadas y sin salidas a su situación. No doy ideas pero aviso. Y curiosamente los políticos con obligación de detectar este grave problema institucional que nos puede llevar al cambio total de nuestra forma de sr sociedad, no están haciendo nada para liderar la sociedad, plantear diferentes soluciones, explicar lo que ellos entienden de positivo o negativo de cada decisión gubernamental, hacer pedagogía política contante para comunicar, defender nuestro sistema social de organización política, reformarlo con calma en lo que falla pero no en lo que ordenan los que parecen estar en contra del Estado.

La oposición en bloque está muy triste, apagada, absurdamente colaboradora cuando es parte de la sociedad la que necesita ayuda urgente. No se escuchan ideas para combatir el desempleo, excepto recortes y penalizaciones a los desempleados. El PSOE está apagado y desaparecido, pero el resto de fuerzas políticas dudan entre apoyar al gobierno o callar. Mientras tanto UPyD saca rendimiento desde una organización pequeña y que en cualquier otra situación política le hubiera llevado a la desaparición. Pero hay que reconocer que el resto de fuerzas políticas lo están haciendo tan mal, son tan escasamente efectivas, que cualquier tuerto será el Rey.

Franco inventó el fútbol para despistar disimulando

Franco se inventó el fútbol, o eso al menos decimos los rojos, que somos unos desagradecidos con todo lo que sirve para entretener despistando. Y eso que ese señor bajito pero con muy mala hostia, no supo inventar la venta de camisetas y la salida de banderas a los balcones. Si existe el infierno, estará partiéndose de risa con estas cosas que sirven para elevarnos la moral patria. Hemos soportado la “Batalla de la Prima de Riesgo” casi sin enterarnos con la ayuda del fútbol. Tras dejar de hablar de la crisis entramos de lleno a las vacaciones, que si no nos vamos a Cancún nos iremos al pueblo de la mujer, pero el caso es evadirse y esperar que para septiembre ya haya subido el IVA, sea imposible pagar las medicinas de los abuelos y en las escuelas haya problemas con los recortes. Dicen que septiembre será aburrido, que temblar de verdad será en Octubre. Ya veremos qué sucede cuando vuelva a crecer el desempleo y no tengamos fútbol para despistar.

Tal y como tenemos la economía en España, lo mejor que podrían hacer por España los futbolistas el domingo, es perder el partido con Italia para jorobarles a ellos bien. En caso de ganar cobrarían 300.000 euros cada uno que además intentan cotizar como beneficio obtenido en Polonia para que les salga más barato el fisco. ¡Jodo qué listos!

No estamos para dispendios de tanta altura, pues 300.000 multiplicados por cada jugador y técnico dan una pasta gansa como para encima estar todos nosotros tan contentos y aplaudiéndoles por su trabajo. Efectivamente la mayor satisfacción en caso de ganar el domingo será para los futbolistas, pero sobre todo por la pasta gansa con pocos impuestos que crecerá en forma de publicidades y entrevistas cobradas, aumento de sus contratos y risas varias. Como para sentirse cansados el domingo ¿no?

Menos empleo público, más desempleo. ¿Es lo correcto?

El ministro de Educación español, J. I. Wert, ha decidido ampliar el número de alumnos en un 20% más por clase. En unos momentos en los que hay cinco millones de españoles en paro, sin trabajo, es una muestra pública de que la manera de ahorrar es siempre la de despedir (a profesores interinos en este caso), pero siempre oscilando en el hecho de que todo tipo de reformas pasa por despedir a personas, pagar menos en sueldos, adelgazar todo el sistema laboral público o privado. Como es lógico, así es imposible rebajar el número de persona desempleadas.

Necesitamos crear empresas, tener muchos más empresarios. Solo así lograremos salir del desempleo, una vez que las otras dos opciones estén cerradas.

Ni será posible que las empresas que en estos momentos existen crean nuevo empleo por ampliación, pues están endeudadas y en caso de salir de la depresión lo primero que harán será pagar sus deudas para tener más seguridad en el futuro, sin contar que estos años suponen un envejecimiento de sus procesos de producción que tendrán que cambiar con nuevas inversiones.

Ni será posible a corto plazo que el empleo público se active, y de hacerlo será para volver a los lugares del año 2010, es decir cuando ya teníamos esos 4/5 millones de personas sin empleo.

Hay que cambiar inevitablemente nuestra percepción de la economía, pero no depende de nosotros sino de Alemania y Francia. Hay muchas maneras de entender la economía y varias maneras de actuar contra la depresión, unas totalmente diferentes a las otras. Tenemos que estar convencidos de que esta forma de actuar actual —de el resultado que de—, no es la única ni mucho menos, y que dependemos sobre todo de procesos económicos globales y mundiales, que nada tienen que ver con el drama del desempleo español.

El desempleo tan alto es un problema enquistado en la realidad laboral de España desde hace muchas décadas y nadie ha sabido resolverlo. Pero cuanto peor estemos, más cerca nos encontraremos de una solución diferente, aunque vaya consuelo. Como muy bien saben todos, España es muy grande para pensar en soluciones que pueden servir para Portugal, Grecia, Islandia o Irlanda. Eso tiene una doble lectura. Las soluciones serán otras, pero no obligatoriamente mejores ni peores. Simplemente otras.